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Jóvenes, hagamos juntos el camino

(VIDEO) Mons. José Rafael Quirós Quirós, Arzobispo Metropolitano

  

El Papa Francisco, en una carta dirigida a los jóvenes del mundo[1], recordó cómo San Benito recomendaba a los abades consultar a los jóvenes antes de cada decisión importante, porque "muchas veces el Señor revela al más joven lo que es mejor" [2].

A la luz de esta enseñanza, y ante la complejidad que ha significado este tiempo de pandemia, quienes tienen el poder de tomar las grandes decisiones, deberían participar de ellas, también a los jóvenes, un sector en ocasiones olvidado, pero, directamente, afectado por el alcance y las consecuencias de esas opciones.

Ciertamente, todos hemos tenido que adaptarnos a esta difícil circunstancia en que los hábitos de vida y la forma de relacionarnos y organizarnos como sociedad han variado abruptamente, pero, especialmente aquellos que se encuentran en la flor de su vida, a quienes se les indujo a un ritmo de vida en el que la gratificación inmediata, la diversión y el consumismo eran sinónimo de "realización", han tenido que reconsiderar y hasta alterar sus proyectos presentes y futuros.

?En las presentes circunstancias el confinamiento parece cercarlos. Algunos ven disiparse sus oportunidades de superación y vislumbran con temor su futuro: ¿Cómo será la realidad post covid19? ¿Serán los cambios drásticos e imprevistos los que marquen sus vidas en adelante?

En este contexto, bajo el lema: ?En la misma barca?,  llenos de cuestionamientos e inseguridades, nos corresponde vivir el Mes de la Juventud, por ello, queridos jóvenes, les invito a vivir este tiempo como una oportunidad y a reconocer cómo  el actual panorama confirma la importancia de apoyarse sólo en aquel que  da sentido a sus vidas: "Así pues, todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó, porque estaba cimentada sobre roca."[3]

Como Iglesia, esta realidad  nos obliga a volcar nuestra mirada hacia este sector del rebaño, para que las jóvenes ovejas  llenas de ímpetu y anhelos de vida por la semilla del Evangelio den frutos de vida  aun en los ambientes más hostiles.

Que este sea un mes para escucharnos, para que ustedes manifiesten como espera ser acompañados para saber seguir fielmente la llamada al amor y a la vida en Cristo, camino verdad y vida. Un mes de la Juventud atípico, sin grandes aglomeraciones que esperamos se convierta en un espacio de discernimiento y meditación para encender la llama de la fe.

Quiero animar a todos los jóvenes a no dejarse vencer por las circunstancias adversas, al contrario, ofrecer al Señor estos momentos de especial tribulación con la certeza de que en Él recibirán consuelo: "Él está en ti, Él está contigo y nunca se va. Por más que te alejes, allí está el Resucitado, llamándote y esperándote para volver a empezar. Cuando te sientas avejentado por la tristeza, los rencores, los miedos, las dudas o los fracasos, Él estará allí para devolverte la fuerza y la esperanza". [4]

Sí, estos son tiempos duros, pero como nos enseña el Papa Francisco, un joven no puede estar desanimado, lo suyo es soñar cosas grandes, buscar horizontes amplios, atreverse a más: "ser capaz de aceptar propuestas desafiantes y desear aportar lo mejor de sí para construir algo mejor". [5]

Les invito a fijar la mirada en el Joven de Nazareth que poniéndolo todo el manos de su Padre, venció todas las esclavitudes y adversidades, incluyendo la muerte. La cruz es el árbol de la vida. 

 

 

 

 



[1] Papa Francisco, 13 de enero del 2017

[2] Regla de San Benito III, 3

[3] Mateo 7,24-25

[4] Papa Francisco, Exhortación Apostólica ?Cristo Vive?, 25 de marzo 2019, n.2

[5] Idem, n.15