Primera Santa Misa presidida por el Pbro. Omar Daniel Calderón Ureña
·
Unidad
a Cristo y a la Iglesia.
David
Mora, periodista
La
noche de este martes 9 de diciembre, el recién ordenado presbítero Omar Daniel
Calderón Ureña presidió la Santa Misa por primera vez en su parroquia de origen:
San Antonio de Padua, en Escazú.
Familiares,
amigos y allegados acompañaron al nuevo sacerdote en la celebración eucarística,
la cual quiso dedicar a la Bienaventurada Virgen María, Madre y Maestra
Espiritual.
Durante
su homilía, el Padre Omar explicó que escogió este formulario para su primera
Misa cerca de un mes antes de su ordenación; esto debido a que deseaba que
fuera una celebración mariana.
"En
el fondo de mi corazón y de mi alma, se gritaba el deseo de que alguien me
tiene que enseñar, porque sí pasé por el Seminario Redemptoris Mater, por mucho
tiempo en el Seminario Nacional recibiendo clases y se me enseñaron bastante,
no sé si aprendí bien (ríe). Pero necesito una maestra, alguien que me ayude
durante mi ministerio. Cuando empecé a pasar las hojas de las Misas que
existían por ahí, me encontré con esta, la que estamos celebrando, y ese día, viendo
la sencillez de ella, vi que esa era la que tenía que elegir...He visto en ella (la
Virgen María) que debe ser la maestra en mi ministerio", explicó el
neopresbítero.
En
su predicación, el sacerdote destacó que la Madre de Dios siempre estuvo unida
a Cristo y a la Iglesia primitiva, lo cual siente que lo llama a unir su
ministerio a Jesús y a la Iglesia Católica.
"María
me hace ver que debo estar unido a la Iglesia, y me hace ver que le debo
coherencia y respeto al obispo, y me hace recordar también que mi ministerio
cobra sentido acompañando al pastor, y cobra sentido también cuando lo vivo en
la comunidad; cuando veo el dolor de mis hermanos, cuando veo las alegrías de ellos.
Me hace ver que estando unido a la Iglesia, puedo experimentar el amor de Dios,
cómo los ama a ellos, cómo los perdona a ellos y de la misma manera que lo hace
con ellos lo hace conmigo", comentó el Padre Omar.
Antes
del ofertorio, se dedicó un espacio para bendecir un nuevo cáliz, el cual fue
usado en la Liturgia Eucarística. Llegado el momento de comulgar, el clérigo le
administró la Sagrada Comunión a sus padres, Omar Raúl Calderón Delgado y
Cecilia Ureña Aguilar, también lo hizo con su abuela materna, María Luisa
Aguilar Guadamuz. Además, le obsequió a su madre el manutergio usado en su ordenación
(lienzo con el que se le limpia el Santo Crisma de las manos al sacerdote
recién ordenado minutos antes) y a su padre la estola con la que escuchó
confesiones por primera vez en los días anteriores.
Antes
de la bendición final, el sacerdote escazuceño decidió consagrarse a la
Inmaculada Concepción de María, el motivo fue que el 25 de noviembre de 1995,
día en que fue bautizado en esa misma parroquia por el Padre Mario Montes, sus
padres lo presentaron a una imagen de la Virgen que se encuentra en el
presbiterio.
Al
finalizar agradeció a todos los que lo acompañaron, y se dispuso a recibir a
los fieles que se acercaron a saludarlo y pedirle su bendición.