Comunicado de prensa sobre la homilía de Mons. José Rafael Quirós Quirós, el 2 de agosto de 2025, solemnidad de Nuestra Señora de los Ángeles
Cartago, 2 de agosto.
En
su homilía ante miles de peregrinos reunidos en la Basílica de los Ángeles, el
arzobispo de San José, Mons. José Rafael Quirós, hizo un llamado contundente a
que la devoción a la Virgen María no se limite a expresiones piadosas, sino que
se traduzca en acciones concretas a favor de los más vulnerables de la
sociedad.
El
prelado recordó que María no es solo la Madre de Jesús, sino también una mujer
activa, que acompaña, fortalece y forma la conciencia de los creyentes. "No
vino para ser servida sino para servir. María no se ha apartado de nosotros",
afirmó.
Durante
la eucaristía, Mons. Quirós destacó la importancia de vivir una fe
comprometida, que no se agote en ritos ni gestos exteriores. En ese sentido,
cuestionó actitudes de indiferencia frente al dolor humano:
"No
podemos separar la religiosidad de la vida real, de la historia concreta, de
los dolores, angustias y esperanzas de nuestro pueblo", dijo.
El
arzobispo denunció con fuerza la violencia contra las mujeres, el desprecio
hacia los migrantes y personas refugiadas, la desprotección del agro
costarricense, el deterioro de servicios esenciales como la Caja Costarricense
del Seguro Social, y el avance de una cultura de exclusión y utilitarismo. "A
María no le rezan los corruptos que explotan, los que trafican con vidas
humanas, los que usan la religión como disfraz de su poder", subrayó.
También
insistió en que la fe verdadera debe provocar cambios personales y sociales:
"María
forma discípulos y discípulas que asumen el Evangelio como criterio de vida, no
como consuelo espiritual".
Finalmente,
pidió no instrumentalizar la devoción a la Virgen, sino dejarse educar por ella
en el camino de la justicia, la paz y la solidaridad.
"María
no solo recibe oraciones: también nos exige coherencia y verdad", concluyó.
La
homilía de Mons. Quirós fue recibida con atención y respeto por los miles de
fieles que este año hicieron la romería hacia la Patrona de Costa Rica. En un
país golpeado por desigualdades, su mensaje resonó como un llamado urgente a no
desvincular la espiritualidad del compromiso con los más frágiles.