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Iglesia

Cápsula Litúrgica: Navidad

Tiempo arranca este domingo 24 de diciembre al caer la tarde

·         Iglesia actualiza con la liturgia el misterio de la salvación

 

David Mora, periodista

Cuando se habla en materia litúrgica sobre la Navidad, no aplica lo que dice la canción popular sobre que "es un día de alegría y felicidad", pues se trata de un tiempo establecido, que comienza del 24 de diciembre al caer la tarde y culmina el domingo después del 6 de enero con la Fiesta del Bautismo del Señor.

Para ahondar en detalles sobre la Navidad, Radio Fides conversó con el delegado episcopal de liturgia, el Padre Francisco Morales, quien explicó que este tiempo "no sólo celebra el acontecimiento del nacimiento del Señor en Belén, sino que celebra en primerísimo lugar lo que hizo posible, que fue el misterio de su Encarnación", y partiendo de ahí, la Iglesia celebra y contempla "las primeras manifestaciones de Jesucristo hecho hombre en medio de nosotros".

Un detalle muy particular que ocurre la tarde del 24 y todo el 25 de diciembre, es que la liturgia contempla cuatro misas con oraciones y lecturas distintas: La misa vespertina; al caer el sol, la misa de la noche, la misa de la aurora; en las primeras horas del día, y la misa del día; que se realiza hasta terminar el día natural. Esto se origina porque antiguamente los pontífices celebraban la misa de Navidad en las cuatro basílicas papales de Roma. Aunque son diferentes, cualquiera de las cuatro misas celebra la Solemnidad de la Natividad del Señor, por lo que cumplen el precepto del día, también si un fiel lo desea, puede asistir a todas las celebraciones y comulgar.

Como parte de la contemplación del misterio de la Encarnación, en esta solemnidad, al recitar el credo, las palabras "y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María la Virgen y se hizo hombre", se dicen de rodillas y se guarda un momento de silencio para venerar este misterio, algo que también sucede el 25 de marzo en la Solemnidad de la Anunciación del Señor.

"La Iglesia no celebra fechas, celebra acontecimientos de salvación, nosotros no podemos celebrar la Navidad o reducirla como si fuera el cumpleaños de Jesús, la liturgia tiene el poder, y es el poder del Espíritu Santo, de que la Iglesia cuando celebra un acontecimiento lo actualiza, lo hace presente, y los que no fuimos contemporáneos a ese misterio, que no estuvimos presentes en aquél momento; nos hacemos contemporáneos a través de la liturgia, podemos participar de la Encarnación, del nacimiento del Señor, de sus primeras manifestaciones a través de la liturgia", comentó el sacerdote.

Parte de la celebración de este acontecimiento que la liturgia contempla, es que en la misa de la noche se realiza la Calenda, que no es un canto; sino un anuncio solemne del nacimiento de Cristo, ocurrido en un momento histórico, actualizándolo al presente, para recordar que Dios, que no tiene tiempo ni espacio, se introdujo en el tiempo y espacio de los seres humanos. "Esta noche presagia la noche de la Pascua, la más importante de todas, porque si Jesucristo no se hubiera hecho hombre, no habría sido posible la redención. En esta Calenda se van anunciando todas las etapas de la historia de la humanidad hasta que irrumpe en la historia el Hijo de Dios", explicó.

Pero la celebración del nacimiento de Cristo no se limita sólo al 25 de diciembre, sino que se extiende durante ocho días en lo que se llama la infraoctava de Navidad. En esta se ubican, con toda la intención, varias celebraciones que se relacionan con el anuncio de la salvación: El 26 de diciembre está la fiesta de San Esteban, protomártir; quien fue el primero en dar su vida por Jesucristo, el 27 de diciembre se recuerda al apóstol San Juan; quien en su evangelio se remonta al origen divino del Señor, el 28 de diciembre se celebra a los santos inocentes, quienes dieron su vida por el Niño de Belén y se cierra el 1 de enero con la Solemnidad de Santa María Madre de Dios, dogma que establece que Jesús es Dios y Hombre verdadero.

Aunque el Misal Romano no contempla nada sobre la imagen del Niño Jesús, ya que esto se le debe más a San Francisco de Asís desde hace 800 años, es muy común ver que en Navidad se haga una veneración a la imagen Cristo recién nacido. El Padre Morales recordó que esto es un acto de piedad popular, el cual debe ir en consonancia con la liturgia, que busca que se venere no al objeto, sino el misterio de la Encarnación que este representa.