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Iglesia

Wanda Póltawska: una amistad especial

Fallece la mejor amiga de San Juan Pablo

·         Cartas y biografías cuentan el cariño de dos hermanos

 

David Mora, periodista

Durante más de medio siglo, Karol Wojtyla; el Papa San Juan Pablo II, tuvo una persona muy importante para él, su mejor amiga. Ella era Wanda Póltawska, quien falleció este martes 24 de octubre, a las 23:30 horas, muy cerca cumplir los 102 años.

Durante el pontificado del Papa polaco, Póltawska, quien era científica, fue nombrada miembro del Pontificio Consejo para la Familia y de la Pontificia Academia para la Vida, además de haber sido consultora del Pontificio Consejo para los Operadores Sanitarios.

La amistad entre ambos fue tan fuerte que durante 55 años mantuvieron conversaciones por medio de correspondencia, estas cartas fueron publicadas en 2009 y forman parte de la biografía "Karol e Wanda", firmada por el entonces vaticanista Giacomo Galeazzi, que trabajaba en el diario La Stampa.

En 2010, Wanda publicó el libro "Diario de una amistad: La familia de Póltawski y Karol Wojtyla", donde cuenta cómo empezó esta relación estrecha, además del papel desempeñado por el pontífice como guía espiritual, llegando al punto de que ellos se llamaban "hermano y hermana". Esta amistad se reforzó cuando en 1962, Monseñor Wojtyla, quien ya era vicario capitular de Cracovia, contactó al Padre Pío para pedirle su oración por Wanda, ya que tenía un tumor; al poco tiempo se le envió una carta al santo capuchino para agradecer su intercesión, pues "la mujer enferma de un tumor había sido curada de improviso, antes de ingresar a la sala de operaciones".

"Karol Wojtyla ha sido para mí un padre, un hermano y un amigo, extraordinariamente todo junto en la misma persona, pero sobre todo ha sido una gracia enviada por el Espíritu Santo, un soplo de esperanza cristiana entre las tinieblas del mundo, y no sólo para mí", escribía la hoy difunta en el relato.

Wanda Wojtasik; como se apellidaba de soltera, nació en noviembre de 1921, y durante la invasión de los nazis en la Segunda Guerra Mundial estuvo es la resistencia polaca y participaba de los círculos de estudiantes católicos. El 17 de febrero de 1941 la Gestapo la apresó y la recluyeron en el castillo de Lublin, posteriormente, el 21 de noviembre de aquél mismo año, la enviaron al campo de concentración de Ravensbrück, donde la usaron para experimentos científicos que le dejaron secuelas de por vida, esto lo relató en su libro "Y tengo miedo de mis sueños", después la trasladaron al campo Neustadt-Glewe, y tras la victoria aliada, recuperó su libertad el 7 de mayo de 1945.

En 1950 conoció al Padre Wojtyla y le pidió que fuera su confesor y director espiritual, posteriormente; en 1951, Wanda se graduó en Medicina y en 1964 obtuvo un doctorado en Psiquiatría, y un año después organizó el Instituto de Teología de la Familia en la Facultad Pontificia de Teología de Cracovia, la cual dirigió por 33 años.

En todos los testimonios y cartas, se atestigua que uno de los momentos más importantes de la vida de Poltawska ocurrió el 2 de abril de 2005, cuando estuvo al lado del Santo Padre en el momento de su muerte, un hecho que no rompió su vínculo hacia él, pues estaba convencida de que la fe da la certeza de que las relaciones humanas genuinas no se rompen.

 

Fuentes: Vatican News y ACI Prensa.