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Donemos Vida

(VIDEO) Mons. José Rafael Quirós Quirós, Arzobispo Metropolitano


"Nadie tiene más amor que aquel que da la vida por sus amigos" (Jn, 15,13). Con estas palabras Jesús acentúa el alcance de la vivencia del amor verdadero, "Este es mi mandamiento, que se amen los unos a los otros como yo los he amado" (Jn 15,12).  El mandamiento del amor, y que se expresa en la Escritura con la palabra "Ágape", entraña una novedad extraordinaria al presentarlo, ya no como un mero sentimiento, sino como una acción heroica: "Ahora el amor es ocuparse del otro y preocuparse por el otro. Ya no se busca a sí mismo, sumirse en la embriaguez de la felicidad, sino que ansía más bien el bien del amado: se convierte en renuncia, está dispuesto al sacrificio, más aún, lo busca".[1]

El amor verdadero no se rehúsa al sacrificio propio, somos ofrenda permanente, somos don gratuito para los demás: "Hijos míos, no amemos de palabra ni de boca, sino con obras y según la verdad." ( I Juan 3,18) 

 Más aún,  el amor al prójimo enunciado por Jesús consiste justamente en que, en Dios y con Dios, amo también a la persona que no me agrada o ni siquiera conozco.  Entonces aprendo a mirar a esta otra persona no ya sólo con mis ojos y sentimientos, sino desde la perspectiva de Jesucristo: "Al verlo con los ojos de Cristo, puedo dar al otro mucho más que cosas externas necesarias: puedo ofrecerle la mirada de amor que él necesita." [2]

La constante en la vida de un cristiano debe ser  la donación de sí en favor de los demás siguiendo el ejemplo de Cristo, "En esto hemos conocido lo que es amor: en que él dio su vida por nosotros. También nosotros debemos dar la vida por los hermanos." (I Juan 3,16) 

Dar la vida por los demás significa reconocer y dignificar la vida del hermano, este es el fundamento de la cultura de la solidaridad que la fe católica ha logrado fundamentar y  promover en Costa Rica.  Desde esta perspectiva, como Iglesia  estamos llamados a sensibilizar respecto al imperativo creciente de la toma de conciencia de la ciudadanía  para disponer, también, de un mayor número de donantes de órganos en nuestro país: "Por desgracia, el problema de la disponibilidad de órganos vitales para trasplantes no es teórico, sino dramáticamente práctico; se puede constatar en la larga lista de espera de muchos enfermos cuyas únicas posibilidades de supervivencia están vinculadas a las pocas donaciones que no corresponden a las necesidades objetivas".[3]

 

No podemos seguir de espaldas al dolor de tantas familias hundidas en la incertidumbre por la salud de alguno de sus miembros: padres, hijos, nietos, abuelos, etc.  Es hora de promover y articular una campaña que nos haga entender que la donación de órganos es un acto de amor total, una entrega generosa y un servicio a la vida  y, para ello,  "será necesario superar prejuicios y malentendidos, disipar desconfianzas y temores para sustituirlos con certezas y garantías, permitiendo que crezca en todos una conciencia cada vez más generalizada del gran don de la vida".[4]

Les invito a que en  la Semana Nacional de la Donación y Trasplante de órganos, tejidos y células; a celebrarse entre los días 14 y 20 de junio del 2021, oremos y seamos portadores de un mensaje de solidaridad y esperanza hacia aquellas personas que se encuentran en las diferentes listas de espera de trasplante y, a la vez, que todos nos sensibilicemos sobre la importancia de promover una cultura nacional de donación de órganos, células y tejidos. El trasplante "Es la decisión de ofrecer, sin ninguna recompensa, una parte del propio cuerpo para la salud y el bienestar de otra persona".[5]

Encomiendo al Señor a todos aquellos hermanos que se encuentran a la espera de un trasplante de órganos para que se vean fortalecidos en estos momentos  de enfermedad y angustia. Que el Corazón de Jesús, fuente del verdadero amor  nos mueva a donar vida.



[1] Benedicto XVI,  Deus Caritas Est, n.6

[2] Ibidem, n.18

[3] Benedicto XVI, Discurso del Papa Benedicto XVI a los participantes en un congreso internacional sobre la donación de órganos, organizado por la Academia Pontificia para la Vida, noviembre de 2008.

[4] Idem

[5] Juan Pablo II, Discurso a los participantes del Congreso sobre trasplantes de órganos, Roma, 20/06/1991.